Quito.- La Brigada Anticriminal de la Policía Nacional capturó a 10 personas, entre ellas dos mujeres, que usaban una vestimenta similar a la de los policías. Incluso portaban sellos e insignias con la frase «delitos flagrantes».
Se disfrazaban para luego realizar supuestos operativos antidelincuenciales en motos, como ocurrió al momento de su detención en el sector El Panecillo, centro de Quito.
El director de Investigaciones de la Policía Judicial, Alain Luna, dijo que incluso iban a establecimientos con irregularidades para sacar provecho.
Sin embargo, la tarde de este viernes, el juez David Lasso, dejó en libertad a 9 de ellos. El acta de la audiencia de calificación de flagrancias señala que: «Se puede determinar que los uniformes son de diferentes colores a los de la Policía, no tienen antecedentes penales… Al no ser un peligro para la sociedad, no se califica la flagrancia de los señores y se dispone su inmediata libertad».
Solo el detenido que portaba una credencial del grado de capitán quedó en calidad de procesado. Con este antecedente nace la interrogante de ¿cómo saber si son o no policías los que ejecutan un operativo?
En caso de uniformes como tal, son de libre comercialización en locales privados. Es decir, cualquier persona puede adquirirlos y sobre esto, no se puede ejercer control.